Hola a todooos, aquí vengo con el tercer día de nuestro Travel Diary por el norte de Alemania. Este tercer día nos levantamos un poco más temprano porque salíamos de Hamburgo, y queríamos aprovechar el día.
Entramos por segunda vez en la estación central de Hamburgo, pero esta vez no era solo para coger un mapa. A las 10:00 am cogimos un tren hacia Bremen. Tras hora y media de viaje llegamos a la última estación y comenzamos a ver la ciudad.
Lo primero que hicimos, como siempre, fue buscar la oficina de turismo más cercana, tuvimos suerte y estaba en la misma estación. Una vez con el mapa en la mano, fuimos a ver un molino antiguo holandés que hay de camino entre la estación y el centro de la ciudad.
Tras ver el molino, adaptándonos un poco al horario de aquí, comimos sobre la 01:00 pm, cogimos unos bocadillos que tenían una pinta buenísima, podéis verlos en la foto.
Una vez terminamos de comer, continuamos con nuestra visita, y llegamos al centro de esta preciosa ciudad, con un aire a cuento de brujas.
En el centro, estuvimos viendo la iglesia, y todos los edificios que la rodeaban, incluyendo algunas estatuas famosas, tales como la estatua de los músicos de Bremen (Un burro, un perro, un gato y un gallo), personajes de una famosa fábula de la ciudad; o la estatua de Roland de Bremen, estatua medieval que simboliza la libertad e independencia de la ciudad de Bremen desde el siglo XV.
Después de esto nos dirigimos a la calle Böttcherstraße. Una obra de arte de 110 m construida en los años 20. En esta calle había algunas tiendas de souvenirs y un bar muy guay lleno de cuadros por todas las paredes de la gente famosa (sobre todo alemanes) que habían estado en el bar. Aquí paramos a tomarnos unas cervezas, que ya que estamos en Alemania, hay que aprovechar jajajaja. En esta calle también encontramos una tienda de caramelo artesano, con unas piruletas y caramelos buenísimos, aunque también algo caros.
Cuando salimos de esta calle nos dirigimos al barrio de Schnoor, un barrio de pescadores, el cuál también conserva las casas de la época, y sus calles llenas de tiendas y galerías de arte, casas de ladrillo y madera con vigas vistas, y callejones estrechos.
A las 06:00 pm, en la misma calle de las cervezas (Böttcherstraße), había entre dos tejados, un carillón con treinta campanas de porcelana de Meissen de distintos tamaños, que reproducían una canción, para anunciar la hora, durante unos diez minutos.
Finalmente, salimos hacia la ribera Schlachte del Weser, con su milla de oro de la gastronomía, llena de cervecerías y terrazas de verano, y nos bebimos cada uno una cerveza Paulaner de medio litro.
Después de esto, volvimos dando un paseo a la estación y cogimos el tren de vuelta a Hamburgo. Y hasta aquí el tercer día de nuestro Travel Diary. A mi me ha encantado, espero que a vosotros también. ¡¡Un abrazo y nos vemos mañana con el cuarto día de este Travel Diary!!
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